¿Por qué este blog?

Las razones por las que he creado este blog son varias, pero principalmente este sitio es una pataleta, una forma de canalizar mi cabreo crónico, el que vengo sufriendo desde hace algún tiempo y que parece que cada día que pasa se agudiza un poco, como el título de este blog, creo firmemente que este país apesta, no geográficamente hablando, claro, en ese sentido es probable que sea uno de los mejores sitios del mundo, ni tampoco por sus habitantes en general, donde la buena gente abunda.
Apesta por su funcionamiento, apestan terriblemente la inmensa mayoría de sus gobernantes en todos los ámbitos, que tenemos muchos, demasiados, y lo que más me preocupa es ese tufillo que ya podemos notar, ese que viene del futuro...

No creo que exponer todo esto aquí sirva para nada, pero intentaré que mis opiniones (y las vuestras, si queréis participar) lleguen un poco más lejos, y esa es otra razón de ser de este sitio, voy a publicar lo mismo en inglés (espero poder hacerlo correctamente) para ver si, por una de esas casualidades de la vida, algunas de las noticias que comentaré aquí llegaran a instancias más altas, a algunos de esos que prestan dinero a nuestros funestos gobernantes y que alguien dé un puñetazo en la mesa, que les ponga la cara colorada (que ingenua soy, ¿verdad?)
Porque estoy convencida de que muchas de las noticias con las que nos desayunamos la mayoría de los días, esas que hablan de gigantescos despilfarros del dinero de todos, no les llegan.
Es la única explicación que encuentro. Si desde Europa ya nos están dictando lo que tenemos que hacer, esos temidos recortes que tanto nos gusta criticar, creo que no pasaría nada si fueran un poco más lejos y obligaran a toda esa chusma despilfarradora que nos gobierna a hacer buen uso de lo que es de todos.

Y por último, un jarro de sinceridad. Otra de las razones por la que voy a escribir este blog es intentar ganar algo de dinero, más adelante podréis ver anuncios en la parte derecha, bien, pues no os cortéis, si veis algo que os interese hacer click. Yo me llevaré una ridícula comisión, con la que complementar mis exiguos ingresos.

No voy a contar mi vida aquí, bastante tenemos cada uno con lo nuestro y prometo que será la única vez que haga algún comentario al respecto, pero os diré que, como millones de personas más en este apestoso país, no tengo trabajo ni esperanza de encontrarlo, y tampoco cobro prestación alguna.
Tampoco puedo permitirme perder mis ridículos ahorros intentando abrir algún negocio que es improbable que funcione, ya que el consumo está por los suelos.
Pertenezco a, lo que en el futuro llamarán, la generación perdida, y si, estoy segura de que somos nosotros, los mediocres de treinta y tantos, no los jóvenes recién licenciados, ellos todavía pueden irse, no tienen cargas familiares ni económicas, pero para mí es tarde, estoy condenada a quedarme aquí.

Cuando yo era una adolescente nos llamaban la generación X, ya ni si quiera recuerdo por qué, pero ¡cuánta razón tenían!

Pertenezco al absurdo y sin sentido término medio, no tengo más de 45 ni menos de 30, por lo que cualquier política de integración laboral, ayuda al emprendimiento o cosas por el estilo, no me afecta.

Tengo un miedo atroz al futuro, un miedo que me paraliza y también tengo la sensación de que el
tiempo se me echa encima, estoy convencida de que mi generación no cobrará pensión de jubilación. Llevo años diciéndolo (sólo hay que observar las pirámides de población), pero ahora empezamos a oír en los medios de comunicación noticias en ese sentido. Lo dicho, mucho miedo.